Durga es de las grandes divinidades femeninas del hinduismo. Su historia es una gran inspiración para sacar nuestra fuerza interior y enfrentarnos a las adversidades.
Durga es una de las manifestaciones de la Diosa Madre hindú, Devi en sánscrito, y una de las reencarnaciones de Parvati.
La palabra Durga en sánscrito significa impasible o invencible. Es una destructora de los peligros o adversidades.
Para comprender su historia, su contexto se basa en la guerra entre los Devas (dioses benefactores) y asuras (deidades demoniacas).
Indra, Rey de los Dioses, era incapaz de vencer a las tropas de Majisháura. Tras ser derrotados, los Devas se reunieron en las montañas para combinar todas sus energías: de este gran poder unido surgió Durga.
La diosa guerrera lleva un arma en cada uno de sus múltiples brazos y monta un tigre. Durga fue al encuentro de los asuras, los cuales le menospreciaron como guerrera por ser mujer. Durante nueve días y nueve noches, Durga y los asuras lucharon sin tregua, hasta el décimo día, en el que la diosa venció y restableció la paz en los reinos de la tierra y el cielo.